La reserva cognitiva es la capacidad que tiene nuestro cerebro de resistir el deterioro provocado naturalmente por la edad o por enfermedades como el Alzheimer. En otras palabras, es una especie de «colchón» cognitivo que protege al cerebro y lo hace más resistente a los efectos negativos de enfermedades neurodegenerativas, lesiones cerebrales o el envejecimiento.
Para Daniela Servitad, psicóloga de la Fundación Alzheimer de Venezuela, la reserva cerebral es clave para un envejecimiento saludable.
“Eso de que ‘perro viejo no aprende trucos nuevos’ no es cierto. Existe algo llamado plasticidad cerebral que es la capacidad del cerebro de ir generando nuevas conexiones. También conocida como neuroplasticidad, ésta es una de las capacidades de nuestro cerebro que más nos ayuda cuando vamos envejeciendo”, explicó la psicóloga durante la charla Estimulación Cognitiva al cierre de la Liga Internacional Ajedrez Senior +60, una iniciativa organizada en conjunto por Defensa de la Paz de Argentina, Chess sin Fronteras de México, Programa Ajedrez para la Convivencia del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay y la Fundación Chilena de Ajedrez Social y Terapeítica.
Lo importante, indica Daniela Servitad, es ejercitar y cuidar nuestro cerebro de las misma forma en que trotamos para mantener en forma nuestro cuerpo.
Pero ¿cómo aumentar mi reserva cognitiva?
Daniela Servitad explica que la forma de aumentar las reservas cognitivas es a través de la estimulación cognitiva o mental, es decir, realizando distintas acciones que potencian nuestras funciones mentales. “No se trata de hacer algo complicado, sino de cambiar pequeñas cosas de nuestra rutina para desafíar nuestro cerebro ese día”, explica la psicóloga.
Independientemente de la actividad, lo importante es que ésta implique una experiencia novedosa o proceso de aprendizaje como:
- Visitar nuevos lugares
- Conocer personas
- Aprender un idioma
- Tocar un instrumento
- Leer
- Hacer crucigramas o sopa de letras
Ajedrez y reserva cognitiva
Los juegos de mesas, como el ajedrez, explica Daniela Servitad,son muy efectivos para ejercitar distintas funciones mentales, pues son actividades que requieren memoria, atención, lógica, cálculo, en general, un esfuerzo mental activo.
“Incluso dentro de aquellas actividades tradicionales se ha visto un avance y evolución de las mismas. Por ejemplo, en Internet se puede encontrar sudokus con reglas adicionales que impliquen seguir la lógica de movimientos de ajedrez, secuencias particulares de números y restricciones de celdas”, explica la psicóloga.